5 TRISTES REALIDADES DE LA INFANCIA EN MÉXICO
Hoy 30 de abril del 2020 recordamos nuestra niñez y las de nuestros amigos, amigas y familia en general, seguramente al pasar el feed de nuestro Instagram o Facebook encontraremos fotos inéditas del pasado de nuestros amigos, seguidores o las personas que seguimos.
Sin embargo no todas las infancias son y han sido memorables como para publicarlas; por lo que estas son cinco realidades de la infancia en México.
La desnutrición
Aunque los presentes en este blog hayamos desayunado, comido y más al rato cenemos, la triste realidad de la desnutrición en México nos rebasa; pues de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, la prevalencia nacional de desnutrición crónica en niños menores de 5 años es de 14.2%, lo que corresponde a más de 1.9 millones de niñas y niños en México, mientras que el bajo peso se ubicó en 4.8%, y la emaciación (pérdida involuntaria de más del 10% del peso corporal) en 1.4%
Mientras que la obesidad infantil en México es una emergencia de salud pública que requiere cambios inmediatos ya que afecta el crecimiento y el desarrollo de los niños.
Estudios realizados por la UNICEF, recalca que en el año 2016 México declaró una alerta epidemiológica debido a las altas tasas de diabetes y obesidad.
Fue en el año 2020 que la Secretaría de Salud dio a conocer la Norma Oficial Mexicana NOM-051 que modifica y hace más estricto el etiquetado de los alimentos procesados y las bebidas no alcohólicas preenvasadas.
Discriminación
Aunque nunca lo hayamos preguntado, no sólo los adultos viven en un sistema de desigualdad social en muchos sentidos; sino que además la infancia tiene derechos condicionados, en donde a los niños y las niñas se les pone a disposición de los adultos.
Una investigación publicada por Juan Antonio Vega Baez dice lo siguiente:
La infancia disfruta sólo de derechos condicionados y por tanto es discriminada del ejercicio de los derechos humanos y las garantías fundamentales:
a) Es un grupo de población con derechos acotados por o subordinados a los derechos de los adultos;
b) No se le considera como un actor social puesto que su ciudadanía activa es negada, dado que los sistemas democráticos, las estructuras familiares tradicionales y muchas instituciones difícilmente le reconocen sus capacidades de protagonismo y de participación;
c) Sólo son poseedores de derechos de segunda clase, es decir, enunciativos pero no exigibles ni defendibles al estar desprovistos de mecanismos de protección accesibles y que no se traducen en medidas efectivas de política pública, puesto que no representan un interés público reconocido.
Prácticamente como si los niños y niñas no tuvieran voz ni voto, pues la perspectiva de los derechos están valorados en una construcción de la discriminación; la cual se reproduce a través de los discursos que la misma sociedad impone.
Acceso a la educación
En el ciclo escolar 2016-2017 se determinó que más 4 millones de niños, niñas y adolescentes no asisten a la escuela mientras que 600 mil más estaban en riesgo de dejarla por diversos factores como la falta de recursos, la lejanía de las escuelas y la violencia. Además, los niños y niñas que sí iban a la escuela tienen un aprovechamiento bajo de los contenidos impartidos en la educación básica obligatoria.
Pero durante la pandemia, al menos 463 millones de niños y niñas en el año 2020 no tuvieron acceso a una educación a distancia cuando llegó el COVID-19, esto es la tercera parte de niños y niñas en edad escolar.
Violencia infantil
Esto en el año 2020 donde se intensificaron las conductas violentas hacia los niños y las niñas; desde palabras hirientes, amenazas y golpes, no ignoremos que la violencia infantil existe; y en consecuencia tendremos adultos deprimidos, violentos y autodestructivos.
Abuso Sexual Infantil
Este tema nos incomoda de cierta forma a todos y todas, ya que es tan delicado que no podemos ni pronunciarlo. Pero el hecho es que México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil. En donde 4 de cada 10 casos de abuso el delito es cometido por un familiar cercano a los menores.
Por lo que, cada año se reportan 5.4 millones de menores en el país son víctimas de abuso sexual y, en 60 por ciento de los casos, el agresor es una persona cercana a la familia. Ahora imaginemos ¿Cuántos nunca se reportan?
No olvidemos también a los niños y niñas explotadas y explotados sexualmente en Chiapas, Acapulco, Oaxaca y otros estados en donde las comunidades precarizadas son el sitio perfecto para políticos y empresarios pederastas que abusan sexualmente de menores de edad.
No olvidemos que no todas las infancias son felices, no olvidemos las tristes realidades de los niños y niñas de nuestro país.
Redacción Somos la Prole
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